La mayoría de los que lean este artículo (incluso los que no lo hagan, también mayoría) han visto en alguna ocasión una obra del que es cosiderado como el artista estadounidense más famoso, por delante incluso de Andy Warhol.
Y es que la obra de Rockwell (1894 - 1978) acapara más de 4000 pinturas realizadas entre 1912 y 1976, que ocuparon la portada de revistas (Saturday Evening Post, Life), calendarios, anuncios... Toda una crónica del siglo XX. Precisamente para el Post pintó 312 portadas, publicación en la que participaron, entre otros, los escritores John Steinbeck (Las uvas de la ira) y Ray Bradbury (Farenheit 451) con relatos fantásticos principalmente.
Sus obras reflejan casi siempre una visión un tanto endulzada del american way of life, aunque también intentó mostrar alguno de los problemas de su adorada nación, principalmente el racismo, pero manteniendo ese estilo amable y cortés. Lo mismo ocurre con sus pinturas de la segunda guerra mundial, que se emplearon como medio para recaudar fondos. De hecho durante toda su carrera realizó múltiples obras para los boy scouts, y una de sus pinturas adorna, en forma de mosaico, el edificio de las Naciones Unidas.
Su estilo es inconfundible, yo lo definiría de realismo en su más alto grado, y se nutre de los importantes impresionistas americanos del XIX de los que doy un par de ejemplos (Edmund C. Tarbell, James J. Shannon). De ahí que sea mi pintor preferido, sobre todo por los rostros tan pintorescos y, a la vez, naturales.
Coca Cola, Heinz, Edison y muchas otras empresas le contrataron para su publicidad. También retrató a los candidatos a la presidencia durante dos décadas. Con esto queda claro por qué Rockwell es tan conocido y posee una obra tan extensa.
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